Entre la constante presión de su jefe y las discusiones con Amalia, la nueva vendedora, Georg y su empleo en la perfumería del Sr. Maraczek no pasan por el mejor de sus momentos.
En su vida personal, en cambio, lo que hay es esperanza. La que alimenta a través del correo que intercambia con su nueva amiga.
Una mujer a quien nunca ha visto, pero que pudo conocer gracias a la sección de corazones solitarios en el periódico. La afinidad entre ambos es tal que han decidido pronto abandonar la distancia.
Ante la inminente primera cita, a Georg se le dificulta deshacerse de la ansiedad que el futuro encuentro le provoca.
¿Qué ocurrirá durante el transcurrir de esa noche? ¿El lugar será lo suficientemente encantador? ¿Se impondrán los silencios incómodos o las palabras no harán nada más que confirmar lo que las letras han hecho sentir el uno por el otro?